Asistía a la feria de Cali a mediados de los 90, asegura que de un tiempo a otro presentó cambios negativos, argumenta que uno de los cambios es la distribución espacial de los eventos que tiene la feria. La distribución de la feria en distintas locaciones de la ciudad parece ser una inconformidad para ella y la asistencia al lugar. Paola nos cuenta que los actos eran presentados en puntos claves y centrales para la comunidad, lo que facilitaba la asistencia a los eventos y una motivación para asistir. Resalta la alegría de la calle quinta, los “tablados”, las carpas para bailar y destaca como evento principal la cabalgata, agregando que por el desorden de la gente fue eliminada del repertorio de la feria.

Paola menciona que en “sus tiempos” la feria era gratuita y manifiesta que ahora se debe pagar por todo. También nos cuenta que ya no es importante para ella asistir a la feria y el hecho de tener que pagar por asistir desmotiva la asistencia al evento. Sin embargo, exalta a la feria como un evento que genera progreso en la ciudad y contribuye al beneficio económico de sus ciudadanos.